Como profesionales de la cerrajería metálica en Sevilla queremos dedicar estas líneas al proceso de galvanizado, esencial en el sector por muchas razones de peso. Las repasamos a continuación explicando, antes de nada, en qué consiste exactamente este procedimiento básico en el ámbito industrial.


En el campo de la siderurgia ocupan un lugar destacado las piezas revestidas en chapa de galvanizado. El proceso supone aplicar al hierro o al acero un recubrimiento de zinc. De esta forma se les aísla del ambiente y se evita su oxidación. En Talleres Antonio Reina E Hijos, S.A. te recordamos que el revestimiento del zinc se consigue tras acometer un proceso de galvanización por inmersión en el mineral previamente fundido. Esta óptima protección contra los agentes corrosivos del exterior que se consigue es la razón de ser de esta técnica que hoy ocupa nuestro blog. El zinc mejora además otras cuestiones como la dureza, la adherencia, la resistencia a los golpes y la abrasión por agentes externos.


Nos detenemos ahora en el tema de la temperatura porque tiene una importancia capital. El galvanizado del hierro y el acero en zinc ha de hacerse a unos 450º C. Los materiales a los que se recurre son varios como los aceros al carbono, los aceros de alta resistencia y los de baja aleación. Lo normal es que los aceros a los que se somete al proceso de extrusión o galvanizado presenten aspecto rugoso, lo que no supone riesgo alguno. En nuestra empresa de cerrajería metálica de Sevilla te recordamos además que el galvanizado es la manera de lograr las necesarias propiedades anticorrosivas y aislantes de estas estructuras.